Estimados amigas y amigos:
En 1988, a los 20 años, me tocó protagonizar un tema donde confluyeron la política exterior y el ping pong (recordarán que el inicio de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China Popular inició teniendo como protagonista al tenis de mesa).
Anoche, mientras hacía la sobremesa en Punta del Este, se me cruzó este fascinante video de un punto memorable (80 movidas en poco más de un minuto) entre Alfredo Olave y Martin Koblizek, que me pareció una fascinante analogía (del tipo al que los tengo acostumbrados) donde se cruzan ámbitos de la actividad humana aparentemente sin conexión, pero que a través de mi disciplina intelectual favorita, el análisis comparativo, adquiere una formidable vigencia y un poder explicativo revelador para las actuales circunstancias del mundo en la Era Trump.
Que disfruten el análisis y que les «pique» la imaginación!
Saludos de Alejandro Félix de Souza (sigue el texto)
DIPLOMACIA EN SITUACIONES ASIMETRICAS EN LA ERA TRUMP:
Lecciones para un País Pequeño del Partido de Ping Pong entre Alfredo Olave y Martin Koblizek
Por Lic. Alejandro Félix de Souza, M.A.
El partido de ping pong entre Alfredo Olave y Martin Koblizek (7 millones de vistas en «X», 80 pelotazos en 1 minuto y 20 segundos) ofrece una metáfora valiosa para la diplomacia y la gestión de relaciones internacionales, especialmente en el contexto de la dinámica entre Donald Trump (representado por el chileno Alfredo Olave) y un país pequeño (representado por el checo Martin Koblizek).
Más allá de la simple competencia, este enfrentamiento deportivo deja varias lecciones estratégicas para cualquier nación que deba interactuar con potencias más grandes y figuras impredecibles como Trump.
1. Adaptabilidad y Resistencia: No se trata de un torneo de fuerza, sino de usar adecuadamente la estrategia
Olave (Trump) inicia el partido con una actitud agresiva, confiado en su superioridad. En la política internacional, esta es la táctica de Trump: utiliza presión económica, amenazas y declaraciones disruptivas para doblegar a sus oponentes.
Koblizek (el país pequeño en esta analogía), en lugar de intentar igualar la agresividad con fuerza bruta, opta por la resiliencia, absorbiendo los ataques y respondiendo con precisión.
Lección para el país pequeño:
Frente a actores poderosos e impredecibles, la clave no es confrontar de manera directa, sino adaptarse, absorber la presión y responder con inteligencia en el momento adecuado.
La diplomacia debe enfocarse en la paciencia estratégica, evitando reacciones impulsivas y capitalizando las oportunidades que se presenten.
2. Control del Ritmo y Uso de la Impulsividad del Adversario
A lo largo del partido, Olave golpea con fuerza, buscando imponer su estilo. Sin embargo, Koblizek no se desespera; espera a que su oponente cometa errores por exceso de confianza y aprovecha la oportunidad para contraatacar.
Lección para el país pequeño:
Trump y su estilo de negociación basado en la intimidación pueden ser contrarrestados con calma y análisis.
Si el país pequeño evita entrar en su juego de provocaciones y controla el ritmo de la conversación, puede hacer que el adversario se desgaste y pierda efectividad.
La paciencia es una herramienta clave para lidiar con un oponente impulsivo.
3. El Valor de la Técnica sobre la Fuerza Bruta
El video muestra que la victoria no depende de quién golpea más fuerte, sino de quién coloca mejor sus tiros. Koblizek no se deja llevar por la potencia de Olave; en cambio, usa colocación, ángulos y precisión para desarmar su ofensiva.
Lección para el país pequeño:
En la diplomacia y en la política internacional, no siempre gana el país con más poder económico o militar, sino el que sabe manejar mejor las herramientas a su disposición.
Un país pequeño puede maximizar su posición geopolítica, su estabilidad financiera y su diplomacia multilateral para equilibrar su relación con jugadores más grandes sin necesidad de un enfrentamiento directo.
4. Responder con Inteligencia, No con Emoción
Olave juega con pasión, pero esa misma intensidad lo lleva a cometer errores. Koblizek, en cambio, se mantiene sereno y enfocado en la estrategia.
Lección para el país pequeño:
No reaccionar a cada movimiento de Trump con emociones o impulsividad. En lugar de caer en provocaciones, el país debe evaluar cada jugada con frialdad, respondiendo de manera táctica y evitando conflictos innecesarios.
5. Saber Cuándo Defender y Cuándo Atacar
Koblizek no siempre ataca, pero cuando lo hace, es preciso y efectivo. No intenta ganar cada punto con golpes fuertes, sino que selecciona bien sus oportunidades.
Lección para el país pequeño:
En política exterior, no es necesario pelear cada batalla. El país debe escoger cuidadosamente cuándo alzar su voz y cuándo mantener un perfil bajo, evitando desgastes innecesarios y asegurándose de que sus intervenciones tengan impacto real.
Conclusión: La Diplomacia como Juego de Precisión, No de Fuerza
El partido de ping pong entre Olave y Koblizek refleja cómo un país pequeño puede manejar su relación con Trump y otras figuras de poder mundial.
En lugar de tratar de competir en términos de fuerza bruta, debe jugar con inteligencia, manteniendo el equilibrio, adaptándose a las circunstancias y respondiendo con precisión.
La resiliencia, el control del ritmo y la paciencia estratégica son claves para enfrentar a jugadores más grandes sin perder la posición en la mesa.
Espero que hayan disfrutado este análisis y les desea un feliz domingo su amigo «biológicamente optimista»